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La oposición a la 4T y algunos olvidos de Fabrizio Mejía

Número 51, Año 8, abril 2021


El sábado 10 de abril Fabrizio Mejía publicó en La Jornada un texto llamado “La oposición en tres pasos” en el que postula tres limitantes de la oposición político-electoral al gobierno de la 4T.[1] El texto olvida convenientemente a la oposición anticapitalista, pequeña pero no por ello inexistente, que no viene de la derecha ni de los partidos electorales tradicionales, ni de los empresarios y sus organizaciones. Dejando este pequeño olvido de lado, el texto de Fabrizio podría haber sido un enriquecedor planteamiento siempre que se sacudiera las trabas apologéticas del gobierno actual, siempre que así como ve la viga en el ojo ajeno del prianismo neoliberal, por demás ofensiva y violenta, también lograra ver esa misma viga en el ojo propio de la 4T.


A riesgo de sacar frases de contexto acá dejamos algunos comentarios que sin negar lo dicho por Mejía intentan situarlo en la realidad, más allá de lo anhelado por quienes quisieran honestamente que el gobierno de AMLO fuese un gobierno de los de abajo. Entre comillas y cursivas las palabras de Fabrizio.


“No es que la oposición no quiera tener un proyecto de futuro, es que no puede. Su decisión de optar por la confrontación total sin más armas que el boicot a corto plazo al Presidente y sus medidas, se explica porque para la teoría neoliberal, en su raíz, el porvenir no es sino una extensión del presente eterno.”


En definitiva el ideario neoliberal ha gritado a los cuatro vientos que el “futuro es hoy” dejando así sentada la imposibilidad de futuros nuevos, condenándonos a los sufrimientos de hoy. La disputa por el futuro es sin duda una de las batallas de nuestro tiempo.


Pero nos preguntamos, en el proyecto de futuro del gobierno actual, si es que lo tiene, ¿Qué papel juegan los grandes empresarios del consejo asesor presidencial, qué papel los pueblos y comunidades de abajo? ¿Qué papel jugamos quienes vivimos de nuestro trabajo aparte de la ya consabida participación electoral cada tanto? ¿Qué papel la destrucción de la naturaleza en aras de un inalcanzable desarrollo económico? ¿En ese futuro sin corrupción todo será el libre juego de la explotación laboral, eso sí dentro de los marcos legales? ¿Ese futuro es uno donde los pobres sigan siendo pobres y los millonarios más millonarios?[2] El proyecto de la oposición empresarial prianista sabemos carece de imaginación pero ¿desde el gobierno y Morena se ha sacrificado por completo la imaginación política en el altar del pragmatismo electoral? ¿O es que simplemente ese futuro proyectado por la 4T carece de lo nuevo y pretende únicamente, como diría el trovador, servir pasado en copa nueva?


“Para los neoliberales, esa competitividad ya no reside en el mercado sino en la personalidad individual del “emprendedor” (ese término inventado por Joseph Schumpeter, quien no creía en la igualdad entre los seres humanos)”


No seamos ingenuos la competitividad y la competencia para los neoliberales sigue residiendo también en el mercado, en el libre juego de comprarlo y venderlo todo, la dignidad, la naturaleza, los votos, todo. Si no es así ¿por qué la insistencia empresarial en mantener el libre mercado de la energía eléctrica y los hidrocarburos? ¿Por qué la firme decisión del gobierno de mantener la autonomía del Banco de México y el libre juego del mercado de divisas? Y no olvidemos que, aun cuando muchos economistas de profesión frunzan el ceño, ese mercado no funciona únicamente bajo la pulcra ley de la oferta y la demanda sino que opera bajo el más duro poder monopólico de grandes corporaciones. Ese mismo poder monopólico que mantienen los Salinas Pliego, los Slim, los Larrea y demás aliados del régimen actual.


Por otro lado, ¿el “emprendedor” individual que enaltecen los neoliberales no es acaso el mismo que ha promovido la actual secretaria de educación?[3] ¿Los créditos y becas ofrecidos por el gobierno no fomentan el emprendedurismo individual ajeno a todo proyecto colectivo como forma de supervivencia? ¿Qué distancia hay, si la hay, del changarro de Fox al emprendedurismo sin seguridad social ni contratos colectivos de trabajo?


“El número ha terminado por sustituir el juicio sobre qué es lo que se mide y por qué. Como si no existieran esferas separadas de lo económico, todo se evalúa como si fuera un intercambio, todo es costo-beneficio, hasta la muerte.”


¿Acaso los megaproyectos en el sureste del país no anclan en esa misma valoración “costo-beneficio”? Desde las instancias de gobierno encargadas del Tren Maya, del Corredor Interoceánico del Istmo, del Proyecto Oaxaca, entre otros, ¿no se señala que lo importante es avanzar en un supuesto desarrollo, discurso viejo si los hay[4], que hasta ahora sólo alcanza a identificarse con el crecimiento de cifras, con el crecimiento económico sin más? ¿No acaso el mismo presidente justificó seguir con la termoeléctrica en Huexca y con el Proyecto Integral Morelos (PIM), porque ya se había invertido mucho dinero?[5] ¿No es eso seguir con el balance costo-beneficio hasta la muerte? ¿Habrá que preguntarle al pueblo de Amilcingo, Morelos si es así?[6]


“El proyecto de sustituir a la política por la administración experta y a los juicios por los números fracasó cuando el Estado volvió a hablar de interés nacional y prioridades para compensar la peligrosa desigualdad.”


Sin duda los neoliberales cayeron en el impudor de creer que con buenos gestores, tecnócratas y administradores de empresas en los puestos de gobierno bastaría, en parte ahí la razón de su bancarrota electoral, pero ¿acaso alcanza contra la pretensión neoliberal de la “administración experta” la vuelta a la “la política” cuando esa política parece ser la misma de antaño? la del PRI antidemocrático, pretendidamente policlasista y realmente burgués, el PRI cooptador, la política de Salinas y sus pactos de concertación social, programas de apoyos económicos Solidaridad y Procampo incluidos, la zanahoria neoliberal tan parecida a la actual, en fin, la política como actividad de profesionales alejada de la gente, como arte de la dominación y no como forma de la emancipación y de la decisión democrática, ¿esa política basta, es suficiente?


¿Acaso la lucha contra la desigualdad, así sea sólo para “compensarla”, se logra apelando al “interés nacional” por lo demás inexistente? ¿O será que por el contrario luchar contra la desigualdad pasa por entender y asumir que en nuestra sociedad hay diversos intereses, clases sociales antagónicas e irreconciliables, pueblos y naciones que tienen sus modos propios? No seamos ingenuos, mientras que unos ganan otros pierden, explotación se le llama al robo que se esconde bajo la aparente igualdad. ¿No será importante entender que si se trata de que ganen los más, para ello los menos, los poquísimos siempre beneficiados, la otrora mafia del poder, deberán perder? Porque seamos honestos la desigualdad actual no se basa en ningún mérito, es producto del despojo y la explotación.


“El “derrame” económico nunca ocurrió y los salarios bajos se presentaban como la única forma de competir; nuestra “ventaja comparativa” era el empobrecimiento.”


En efecto, el “derrame económico nunca ocurrió” ni en México ni en la mayoría de los países periféricos. Bajo el capitalismo sólo hay “derrame económico” en tanto las ganancias estén aseguradas y cuando hay suficiente presión y organización desde abajo, cuando las ganancias peligran así sea una décima porcentual no hay derrame que llegue.


¿Acaso hoy día no se espera ese mismo “derrame económico” de los grandes megaproyectos ya mencionados? Y peor aún, se espera eso sin realmente hacer nada diferente para alcanzarlo ¿Cómo asegurar ahora beneficios sociales a las comunidades y pueblos cuando los empresarios y corporaciones ganadoras de las licitaciones son las mismas de siempre? ¿Qué beneficio pueden esperar las comunidades cuando desde el gobierno se afirma sin pudor que ya con el Tren Maya ahora los pobladores podrán ir a pedir limosna?[7] La magia del “derrame económico” tampoco llegará sólo porque el gobierno diga que ahora hará bien los mismos proyectos que se han planeado desde hace décadas y que ahora, con nuevos nombres y caras, se ejecutan gracias a la legitimidad ganada en las urnas en 2018 y a la propaganda con cara de consulta realizada hasta la fecha.


Enhorabuena por los aumentos al salario mínimo, pero siendo honestos, la mayoría de las becas y apoyos populares alcanzan para irla llevando, en el mejor de los casos para promover el emprendedurismo y un consumo mínimo.[8] Dicho de otro modo, bajo la actual estructura de clases y de mercado interno, los apoyos monetarios y becas terminan en los bolsillos de las grandes empresas, de las cadenas de tiendas departamentales y de los millonarios que han hecho de la pobreza su negocio, ¿verdad Elektra?


“Ellos, que desde hacía tres décadas decían cómo debían ser los negocios, se toparon con algo desconocido: la política”


Al finalizar su texto Fabrizio parece olvidar que, siempre que se trate de defender los intereses populares, los tiempos críticos de hoy, esos donde diría Gramsci los monstruos asechan, requieren otra forma de hacer política, una desde abajo, con los de abajo y para los de abajo, no la misma política de arriba que hoy asoma de nuevo con sus desfiguros electorales, sus violencias y corruptelas, sus campañas vacías y ridículas que por lo demás vuelven las redes un escenario de standup de baja calidad, y que se justifica siempre en el realismo político que llama a mancharse las manos, pero que termina sumergiendo manos, brazos, piernas y hasta la cabeza en la podredumbre del dinero y la violencia. Y no nos engañemos, en Morena la “culpa” no es sólo de Delgado y sus “encuestas”, es también responsabilidad de AMLO y sus alianzas de décadas que lo mismo han incluido priistas (en esta denominación se incluyen miembros de todos los partidos electorales), empresarios ricos entre los ricos, paramilitares, grupos clericales, etc.


Esta política de siempre no es, como afirma Fabrizio, algo desconocido por los neoliberales, ni recién descubierto por quienes desde la 4T gobiernan, antes bien, es la misma vieja política de siempre, ahora bajo las marcas de la plataforma empresarial Va Por México, de Morena y sus aliados menores.


La oposición real viene de otra forma de hacer política, esa que se práctica abajo y a la izquierda, con o sin participación electoral pero siempre caminando a ras de suelo, con errores propios, algunas intuiciones, con un proyecto de futuro más o menos difuso y en construcción, de claro horizonte anticapitalista, con muchas dudas y algunas certezas, con grandes NO y algunos SI como banderas, bajo ataques selectivos y violentas represiones pero existe y resiste.


 


REFERENCIAS

[3] González Villareal, et al., Delfina una emprendedora en la SEP, https://insurgenciamagisterial.com/delfina-una-emprendedora-en-la-sep/

[5] Si no se aprueba la termoeléctrica se perderán 25 mil mdp de inversión: AMLO, https://www.animalpolitico.com/2019/02/si-no-se-aprueba-termoelectrica-morelos-se-perderan-25-mil-mdp/ [6] Amilcingo, Bono Solidario e informativo No. 5, https://tejiendorevolucion.org/21040.html

[7] Muñoz, Gloria, “Los dioses se van a esconder”, https://www.jornada.com.mx/2019/12/14/opinion/014o1pol

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