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La reforma al outsourcing propuesta por AMLO... ¿es suficiente?

Número 47, Año 7, noviembre 2020


I

El 12 de noviembre pasado el presidente presentó ante la Cámara de Diputados una iniciativa de reforma a diversas leyes federales con el objetivo de “Prohibir la subcontratación y regular la contratación de prestación de servicios de carácter especializado o la ejecución de obras especializadas”[1], ésta se suma a otras dos presentadas en diciembre de 2019, a nombre de Ricardo Monreal y de Napoleón Gómez Urrutia respectivamente, ambos legisladores por MORENA.


Las iniciativas de reforma presentadas hace un año fueron detenidas, metidas a la congeladora, tras las diferencias internas en Morena y luego de las consultas y negociaciones de los legisladores con el Consejo Coordinador Empresarial y la Coparmex. De este modo quienes supuestamente representan al pueblo cedieron a las presiones de los organismos empresariales, es decir, se mostró una vez más como la burguesía, los grandes patrones, mandan y los legisladores obedecen, sean del partido que sean [2].


La iniciativa actual presentada directamente por el presidente parece puede correr la misma suerte. Desde el momento del anuncio presidencial los organismos empresariales la condenaron, recurrieron a las líneas de siempre: se perderán empleos y competitividad, bajará la inversión nacional y extranjera, etc. Dicen de todo con tal de asegurar sus intereses y ganancias.


Bastaron unas pocas declaraciones de los dueños del dinero, para que, por un lado, el poder legislativo se apresurara a someter a discusión de “parlamento abierto” la iniciativa, y por el otro, el presidente anunciara una serie de reuniones con los representantes de los grandes patrones [3]. La primera reunión se dio el 23 de noviembre por la noche y las sesiones de “Parlamento abierto” se desarrollaron el 23 y 24 del mismo mes [4]. Es muy probable que fruto de este diálogo entre los legisladores y el presidente con los representantes de la burguesía la propuesta de reforma sea limada en sus partes más progresistas, y modificada de tal forma que afecte lo menos posible los bolsillos de los millonarios de siempre.


II

¿Qué plantea la mencionada iniciativa según la versión presentada el día 12 de noviembre? Algunas de las principales modificaciones propuestas son:


1.- Se aclara que aquellas empresas o personas que brinden servicios de reclutamiento, selección, entrenamiento o capacitación laboral, no podrán ser considerados patrones, la propuesta de ley dice en su artículo 12: “En ningún caso el intermediario se considerará patrón, ya que este carácter lo tiene quien se beneficia de los servicios.”


2.- El aspecto medular de la propuesta queda asentado en el artículo 13: “Se prohíbe la subcontratación de personal que consiste en que una persona física o moral proporciona o ponga a disposición trabajadores propios en beneficio de otra.”


3.- En los artículos 14 y 15 se permite a una empresa contratar a otra para obtener los llamados servicios y obras especializadas, siempre y cuando dichos servicios y obras no formen parte de las actividades que son el objeto social de la empresa beneficiada. Asimismo se establece que las empresas que brinden estos servicios y obras especializadas, deberán hacerse cargo de las responsabilidades laborales, fiscales y de seguridad social que establece la ley; mientras que las empresas beneficiadas con los servicios y obras especializados serán responsables solidarios respecto a los trabajadores contratados. La propuesta dice: “La persona física o moral que contrate la prestación de servicios especializados o la ejecución de obras especializadas con una contratista que incumpla con las obligaciones que deriven de las relaciones con sus trabajadores, será responsable solidaria en relación con los trabajadores utilizados para dichas contrataciones.”


4.- Más adelante, en su artículo 15: “Las personas físicas o morales que proporcionen los servicios descritos en el artículo 14 de esta Ley, deberán contar con autorización de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social” la cual se otorgará siempre que las empresas que brinden los servicios y obras especializados estén al corriente de sus responsabilidades laborales, fiscales y de seguridad social. La autorización se renovará cada 3 años.


5.- Se proponen modificaciones en las multas a las que se haría acreedora una empresa que viole lo estipulado en la ley. Estas penas alcanzarían hasta las 50 mil UMAs (Unidades de Medida y Actualización). En el mismo sentido se propone que el Código Fiscal contemple la posibilidad de tipificar el delito de “defraudación fiscal” a las empresas que simulen u oculten información respecto a los servicios contratados.


En general la iniciativa contempla no sólo eliminar la subcontratación, sino sobre todo asegurad una mejor recaudación de impuestos para la federación.


Esta iniciativa, como hemos dicho, ha generado que organismos representantes de la burguesía expresen su rechazo, aunque otros sectores de la clase dominante han mantenido un silencio que parece respalda la propuesta presidencial. Unos y otros, los burgueses que abiertamente la rechazan y quienes por abajo del agua la respaldan, tienen en mente sus ganancias, hacen cuentas y ven cómo sacar una mejor tajada.


III

Ya mucho se ha dicho que el outsourcing o subcontratación genera empleos mal pagados, sin seguridad social, precarios, por lo que no cabe duda que si la propuesta busca eliminar dicho esquema de contratación, apunta en el camino correcto para mejorar las condiciones de millones de trabajadores, por desgracia es insuficiente.


Según cifras del INEGI la subcontratación u outsourcing ha crecido a tasas del 14,3% entre 2004 y 2009, y al 5.5% del 2009 al 2019 [5]. Esta caída obedece a las dificultades económicas globales y nacionales, a la baja en la inversión productiva y no a un combate contra este esquema laboral.

Actualmente se calcula existen más de 4 millones y medio de personas subcontratadas, de las cuales 1 millón setecientos mil son mujeres y casi 3 millones son hombres. Estos números excluyen a aquellas personas que realizaron labores de vigilancia, lavandería o seguridad privada. Aquellos que laboran bajo el outsourcing representaron en 2018 más del 17% del total del personal ocupado [6].


Con estos números, por lo demás siempre sesgados por criterios metodológicos que raras veces representan los intereses de los de abajo, podemos darnos una idea del problema social que significa el outsourcing. Cada una de esas cifras representa a una trabajador o trabajadora que labora en una empresa que no lo reconoce como empleado, y que por lo mismo escapa a toda obligación laboral, representa a un trabajador o trabajadora que no tiene derecho a la sindicalización, ni a la negociación colectiva, que no recibe prestaciones ni disfruta de seguridad social alguna; cada cifra es una persona que sostiene con su trabajo la maquinaria incesante del capital.

IV

Decíamos arriba que la iniciativa presidencial ha generado disputas dentro de los grupos de poder. Las diferencias que se observan entre el gobierno y los representantes empresariales no son diferencias entre el pueblo y los grandes patrones, sino distintos enfoques que los de arriba tienen para administrar el problema.


Cabe insistir que estas diferencias entre los de arriba encuentran espacios para el dialogo, espacios en los que sin duda habrá también presiones y chantajes, pero son sobre todo espacios donde la comunidad de intereses termina por imponerse. Son espacios alejados de las y los trabajadores, de las y los de abajo, espacios que se niegan a los de abajo se abren para los grandes patrones, para los de arriba [7].


¿Por qué un gobierno que dice trabajar primero por los pobres se reúne a puerta cerrada y abre oídos a los grandes burgueses mientras niega estos oídos y atención a quienes abajo sufren la austeridad, el desempleo, la precariedad laboral, la miseria y la violencia?

Sin duda hay diferencias entre la representación burguesa aglutinada en el Consejo Coordinador Empresarial y la Coparmex, y el gobierno de la 4T. Por un lado, éste último busca que el mercado laboral sea equitativo para los distintos patrones, es decir, que cada buen burgués pueda contratar y explotar a sus trabajadores en igualdad de circunstancias y no pasé que unos no pagan impuestos o sus cuotas a la seguridad social y otros no. Por otro lado, los grandes burgueses afirman que cualquier intervención que atente contra la flexibilidad laboral es reprobable, que cada ley que les impida ahorrarse unos pesos en salarios e impuestos o les haga muy caro despedir a alguien, debe ser eliminada de la faz de la tierra.


Ni unos ni otros cuestionan que el mercado laboral capitalista no puede ser justo ni equitativo, cuando unos son patrones y lo tienen todo, mientras que otros son trabajadores y no tienen más que su capacidad de trabajo, no hay justicia ni equidad posible.

Mientras arriba discuten cómo tratar el tema de la subcontratación, abajo los trabajadores, formales e informales, subcontratados o no, seguimos sobreviviendo con bajos salarios y empleos precarios. Erradicar y no sólo regular el outsourcing, como proponen los grandes patrones, es necesario, también lo es avanzar en lograr empleos dignos y suficientes. No hay outsourcing bueno. Su competitividad es nuestra ruina, sus ganancias son nuestra precariedad, su éxito es nuestra miseria, su vida de lujos es nuestra muerte diaria.


Erradicar el outsourcing sería un paso adelante, pero no podemos olvidar que ante la terrible y trágica situación que vivimos hacen falta muchos pasos más para alcanzar un mínimo bienestar. Hace falta asegurar que todos aquellos que hoy laboramos bajo el outsourcing y los que no, seamos basificados y tengamos estabilidad laboral, salarios dignos y suficientes para cumplir, al menos, con los requisitos constitucionales, tengamos seguridad social, educación y salud, que se respete nuestro derecho a la organización, a la democracia, la autonomía y la independencia sindical, así como a la negociación colectiva y la bilateralidad. Como siempre alcanzar estas metas será tarea nuestra, fruto de nuestra organización, de nuestra lucha y resistencia, de arriba poco o nada vendrá.



 

[1] “Iniciativa Que reforma, adiciona y deroga diversas disposiciones de la Ley Federal del Trabajo, de la Ley del Seguro Social, de la Ley del Instituto de Fondo de la Vivienda para los Trabajadores, del Código Fiscal de la Federación, de la Ley del Impuesto sobre la Renta, y de la Ley del Impuesto al Valor Agregado.” Presentada por el Ejecutivo Federal el 12 de noviembre de 2020, http://sitl.diputados.gob.mx/LXIV_leg/cuadros_comparativos/1PO3/0689-1PO3-20.pdf [2] “El outsourcing sigue vivo”, El Torito, 38, diciembre 2019. https://www.periodicoeltorito.org/post/el-outsourcing-sigue-vivo [3] “El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró hoy que en un “un buen ambiente de diálogo con los representantes empresariales” sobre la subcontratación laboral, se acordó que ellos “no protegerán a quienes abusan de este mecanismo” y se abre la posibilidad de revisar toda la iniciativa de ley para convencer sobre qué hace falta y, en el caso de que se tenga razón, hacer modificaciones; tener capacidad de rectificar, no caer en la autocomplacencia”, https://www.jornada.com.mx/ultimas/politica/2020/11/24/a-revision-toda-la-iniciativa-sobre-outsourcing-dice-lopez-obrador-1905.html. Por otro lado, un vistazo al primer día de Parlamento Abierto en la Cámara de Diputados muestra el perfil patronal, burgués, de nuestro gobierno: “De los 31 participantes en la Mesa de Seguridad Social, 27 fueron del sector empresarial (87%) y 4 independientes (12.90%). De los 71 participantes de la Mesa Laboral, 62 fueron del sector patronal (87.33%) y 9 independientes (12.67%). De los 26 participantes de la Mesa Fiscal son 25 del sector empresarial (96.16%) y solo un independiente (3.84%)” (Datos según la observación publicada en Twiter del abogado y profesor Manuel Fuentes Muñiz, @Manuel_FuentesM)

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