Número 21, Año 4, abril-mayo, 2017
¿Cuánto gasta al mes en transporte? Seguramente se lo ha preguntado varias veces, sobre todo ya llegando a fin de quincena o de mes, cuando se trata de hacer magia para que el gasto alcance. Si usa el metro al menos dos veces al día, o si también se trepa a un micro o si debe llegar en metrobús, si alguna ocasión se da el lujo de tomar un taxi, entonces la suma al mes es escandalosa. Muchos estamos como usted, trabajamos para pagar el transporte que usamos para llegar al trabajo además de la necesaria comida y la más de las veces, la renta; cuando nos alcanza para más la suerte ha estado de nuestro lado.
Pero querido lector, lectora, esto no es cuestión de suerte, buena ni mala, es cuestión de negocio, del negocio que unos cuantos hacen con nuestras vidas, en este caso con el transporte. Porque ese dinerito que pagamos, esos aumentos que decretan cada que pueden van a parar a unos bolsillos muy atiborrados ya de dinero, esos bolsillos de los que todo lo tienen sin nada hacer, empresarios, burgueses les dicen.
En los primeros días de marzo se ha anunciado el aumento al precio del metrobús, si nada cambia para cuando usted lea estas líneas el metrobús será ya dos pesos más caro, cada viaje costará 8 pesos, o quizá hasta el doble, es decir 12. El pretexto para tomar esta medida es el aumento en el precio de las gasolinas y el diésel así como el costo del dólar, como todo lo traen de fuera, camiones y refacciones, pues sí que importa si el dólar cuesta más o menos: total que al final del día si nos afecta el aumento del dólar y de la gasolina, por más que en la tele le digan que no.
¿Ya va haciendo cuentas?, entre el aumento del metro, que apenas lleva 3 años, el aumento en los micros y ahora en el metrobús ¿Cómo le va a ir? Pero nos dicen que cada aumento es para mejorar... Recuerda usted, cuando aumentaron el costo del metro nos dijeron que todo sería maravilloso, que habría más trenes, que podríamos viajar tranquilamente, que el servicio sería mejor y más efectivo, que nos olvidáramos de los accidentes y los retardos, que trasladarnos al trabajo o escuela sería eso, trasladarnos y no un infierno. Pero hasta hoy nada ha cambiado, el metro sigue estando imposible a horas pico, aunque ahora casi todas las horas son horas pico, imposible subir, imposible bajar, parece que nos quisieran tener ahí encerrados cual reses, cual animales que deben ir al matadero, al explotadero o centro laboral, llámele como guste¿A dónde habrán ido a parar esos 2 pesos de más que pagamos cada que usamos el metro?
Pero volvamos al metrobús, sabe usted que ese transporte no pertenece al pueblo, eso es obvio, pero sí que tiene dueños, son unas cuantas empresas que han sido beneficiadas con la concesión, estas se encargan de comprar, mantener y operar los camiones, también contratan al personal que labora en los mismos. Son estas empresas las que presionan para aumentar los precios del transporte, porque al final las ganancias van a los bolsillos de sus dueños, presidentes y altos ejecutivos. Porque como usted bien sabe, querido lector, lectora, en estas empresas, como en todas, las ganancias no se reparten de forma igual, no son los trabajadores los que ganan cuando los patrones ganan, los choferes del transporte no se hacen millonarios con estos aumentos, su salario no sube, sus condiciones de trabajo no mejoran, el aumento va a parar a los dueños.
Para que vea que no le mentimos y que esas personas no son bien intencionadas investigue usted de quién son las consesiones del metrobús, por mencionarle solo un ejemplo le contamos que uno de los principales operadores del metrobús es la empresa llamada “Corredor Insurgentes, SA de CV (CISA)”, cuyo presidente es Jesús Padilla quien también tiene algunos otros puestos:es presidente de la Asociación Mexicana de Transporte y Movilidad (AMTM) y de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) en la Ciudad de México. Estas dos son, nada más y nada menos, instancias donde se coordinan y organizan empresarios, patrones cuyo interés no es generar más empleos ni pagarnos mejores salarios, sino que se organizan para explotarnos mejor y para exprimirnos más y en la medida que se los permitamos lo seguirán haciendo.
Estos burgueses, empresarios, han sido beneficiados con el usufructo de lo público y alegan, apesar de ello, que se merecen mejores condiciones pues han comprado los autobuses, les dan mantenimiento y compran sus refacciones. Pero hay que decir la verdad, eso no sale de sus bolsillos, lo hacen con lo que les damos de nuestro dinero, les sobra para mantener el negocio y de paso se enriquecen y lo logran porque pagan miserias a sus trabajadores, escatiman en manetenimiento de las unidades, no gastan en mantenimiento de la vía pública y a nosotros, además, nos suben el pasaje...
Y entonces ¿qué haremos? Nosotros creemos que hay de dos sopas nomás: una, aguantarnos como venimos haciendo, resignarnos y aceptar la condición de ganado que nos imponen y además paguemos lo que nos piden por ello. La otra que tiene comoclave no dejarlos, no dejarnos, lo que significa recuperar la ciudad para nosotros, en hacerla más vivible y menos sufrible, en tener la posibilidad de coordinar el transporte y los horarios laborales para que no sea un caos a todas horas, en controlar el presupuesto e invertir más en mejores sistemas de transporte colectivos y públicos, en cuidar nuestro dinero y nuestro trabajo y no dejar que ellos se lo queden.
Nosotros preferimos la segunda, creemos que es preferible organizarnos desde abajo y tomar lo que es nuestro ¿Cómo le hacemos? Pues eso podemos, de una vez, irlo platicando.
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